La generosidad no significa sólo dar dinero. Se puede ser generoso regalando una sonrisa, ayudando a alguien, aportado tu talento o tu tiempo a los demás.
La vida te devuelve aquello que has dado. No tiene que ser de la misma persona, muchas veces viene por otro lado, o te pasan cosas buenas. A las personas generosas al final la vida les sonríe. No te arrepientas de tu generosidad, aunque no sea reconocida.
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